A partir del siglo XI —poco tiempo antes de que la aparición de las
Así, la disposición de la página escrita se modificó en funsion del proceso de lectura: el tamaño de la letra y el ancho de la
Así el diseño grafico en general y el tipográfico en particular son la ciencia y la
Los tipógrafos del siglo XV: caracteres góticos y romanos La Biblia de las 42 La primera empresa tipográfica de, a cargo de Arnold Pannartz y Conrad Sweynheym,1 usa caracteres inspirados en la caligrafía humanista, llamada, desde entonces, romana. Uno de los primeros grandes tipógrafos, Francesco Grifo, quien trabaja para el gran editor Aldo Manuzio, crea dos grandes series de caracteres, uno para De Aetna de Pietro Bembo (1495), y otro para Hypnerotomachia Poliphili (1499). También es quien crea la primera tipografía cursiva, inspirado en la variante «cancilleresca» de la caligrafía corriente. Manuzio utiliza tal tipografía para las ediciones de bolsillo, puesto que permitía una mayor comprensión del texto. Así pues, la cursiva era de uso alternativo respecto de la redonda
Luego, el mayor desarrollo de la tipografía sucede en la Francia de Francisco I.
Claude Garamond (1480–1561) fue el primero en usar simultáneamente redondas y cursivas. Las tipografías Garamond actuales son muy variadas, puesto que hasta no hace mucho no se habían identificados los tipos originales —actualmente conservados en el
En 1640 el cardinal Richelieu instituye la Imprimerie Royale.
Más tarde, en 1692, Luis XIV crea una comisión destinada al
Esta es la primera tipografía que se desvincula abiertamente de la caligrafía corriente, y se la considera antecedente de las tipografías modernas. Si bien se la protege legalmente de los posibles plagios, rápidamente resulta copiada, aunque con oportunos cambios.
Así, Simon Fournier (1721–1768) imprime su tipografía, fuertemente personal y más flexible, aunque con abundante decoración, de la que abusará la imprenta sucesiva.
Fournier es quien encabeza los
François Ambroise Didot (un punto es, desde entonces, igual a 0,376 mm). Didot crea incluso una tipografía suya, caracterizada por la regularidad del trazo, así como por el abandono definitivo de los residuos del estilo caligráfico.
La Inglaterra del siglo XVIII: Caslon y Baskerville
Durante todo el siglo XVII, las artes tipográficas inglesas hacen uso de caracteres impresos en Holanda.
La evolucion del
William Caslon (1692–1766) es el primer tipógrafo que se opone al monopolio holandés.
Sus caracteres reflejan el nuevo gusto caligráfico, que ahora valora sobre todo la ductilidad de la escritura.
El puente entre las viejas tipografías y las
Barskerville (1706–1775), en Birmingham. Maestro calígrafo primero, sólo en 1751 se dedica a
Las ediciones de Baskerville, tan claras como carentes de la profusión decorativa típica de la época, son apreciadas inicialmente en la Europa continental, y sólo después de su muerte en Inglaterra.
Giambattista Bodoni (1740–1813) trabaja inicialmente en Roma para reordenar el patrimonio tipográfico de la imprenta vaticana, concretamente en la célebre Sacrae Congregationis de Fide, que se dedica a la
Bodoni recibe una carta del infante don Ferdinando, luego duque de Parma, en la que se le ofrece la dirección de la Imprenta Real de Parma. Acepta y se instala en la
Abandonando la decoración excesiva, los tipos de Bodoni se distinguen pronto de los de Fournier. Se caracterizan por el contraste acentuado y la estructura vertical bien cuadrada, el afinamiento y la horizontalidad de las zapatillas.
Hacia fines del siglo XVIII las aplicaciones de la tipografía se multiplican: volantes, carteles, manifiestos, periódicos, publicidad comercial, etc. El uso de caracteres de cuerpo enorme —construidos en madera— y de caracteres góticos que aumentan la superficie de negro sobre la página ya no son suficientes. Así, en el intento de corresponder a las nuevas necesidades, se establecen, de hecho, nuevas directrices en el desarrollo de los caracteres.
1. Caracteres muy decorados y contrastados, usados, frecuentemente, en composiciones patchwork, con caracteres distintos entre sí.
2.
3. Egipcios: exasperan el grosor de las zapatillas respecto del de las astas, igualándolas o superándolas. Dos tipos: con zapatillas enlazadas (Clarendon, 1843) y no enlazadas (Rockwell, 1933).
En los Estados Unidos hay un desarrollo paralelo del diseño de caracteres a partir de los llamados Scotch Roman, derivados de los caracteres diseñados por Richard Austin para la imprenta Miller de Edimburgo (1812). Linn Boyd Benton, el inventor de la máquina para la producción en serie de los punzones tipográficos, se inspira en esta familia de caracteres para su tipografía Century, usado para una revista del mismo nombre, en 1895. Mejora, así, la legibilidad de los caracteres escoceses, manteniendo de éstos, a su vez, algunas características inconfundibles, así por ejemplo, la forma enrulada de pata de la letra R. El hijo de Benton, Morris Fuller Benton, proyecta, algunos años más tarde, la versión bold de la Century y diseña, también, un par de tipografías sin zapatillas: la Franklin Gothic y la News Gothic.
En el ámbito del nacimiento de las artes aplicadas, que se proponen revalorar y dignificar los
1916, una tipografía sin zapatillas, aún utilizada, en su simpleza, como vehículo de comunicación del underground londinense.
Stanley Morison promueve, en esos años, la realización de caracteres diseñados a partir de prestigiosos modelos: así, el Bembo, sobre el
Considerando que es el momento de probar la impresión de un alfabeto moderno, lo encarga a Eric Gill, grabador piedra y aprendiz de Edgard Johnston, quien diseña la Perpetua (entre 1925 y 1928), con zapatillas, y, contemporáneamente, la Gill Sans (1927), que tiene la apariencia de una tipografía con zapatillas aunque carece de ellas: similar a la Perpetua en algunas letras —la pata de la R, o las letras a, b, e, r, t—, así también, la g tiene el clásico doble ojo, inusual en las letras sin zapatillas.
Morison es el responsable de la creación del más que difundido Times New Roman. En 1929 el Timesle encarga una tipografía para la composición de todo el diario. Luego de varios intentos, Morison toma como base la Plantin, producida por la Monotype sobre la base, a su vez, de los tipos de Garamond. Así, el 3 de octubre de 1932,
La vanguardia racionalista de los años veinte se propone reducir las formas a sus constituyentes esenciales. La operación es aplicada no sólo en la arquitectura y el
Herbert Bayer, en 1925.
La principal tipografía proveniente del ámbito de la Bauhaus es la Futura de Paul Renner (1927). Los principales problemas surgen con las minúsculas: la primera versión, marcadamente constructivista, de algunas letras —a, g, m, n, r—, tiene que rediseñarse para mejorar la legibilidad. Lo que permite a esta tipografía obtener un relativo suceso es cierta dosis de compromiso con la preceptiva constructivista. Las letras mayúsculas tienen una modulación geométrica perfecta: así, la letra O es absolutamente circular y el espesor del trazo es constante, hay una combinación de pocas formas geométricas como base de las minúsculas y se da un ajuste perceptivo del trazo en la relación entre letras redondas y derechas: la «o» es más alta que la «i».
La época moderna del diseño de caracteres tiene como particularidad el repêchage en el cambio de toda la tradición tipográfica y caligráfica. En esta tendencia se ubica la Optima (1955) de Hermann Zapf. Calígrafo e impresor de éxito, se inspira, para su tipografía, en las inscripciones sobre piedra de la Florencia de la primera mitad del Quattrocento. Los caracteres, decididamente originales, escapan a la taxonomía tradicional: la estructura de las letras es clásica y, si bien no tiene zapatillas, parece tenerlas.Este efecto se logra afinando los puntos medios del trazo. Por otra parte, la tipografía emblemática de los años 60 es la Helvetica (1957), de Max Miedinger, rediseño de una de fines del siglo XIX. Es una tipografía neutra y compacta, especial para un uso formalista de la página. El mismo año el suizo Adrian Frutiger desarrolla la tipografía Univers, la cual, no obstante su enorme difusión, no llegó a la popularidad que alcanzó la Helvetica. La gran novedad de la Univers es la de haber sido proyectada, desde su inicio, en veintiuna variantes que consideraran las posibilidades de inclinación, largo y espesor de los trazos.
En este aspecto prefiguraba, entonces, las actuales técnicas de proyección tipográfica por computadora. El diseño tipográfico de los años 70 se configura en torno a la experimentación que proporciona la fotocomposición y que permite que los tipos se compriman y superpongan, llegando al límite de la legibilidad. Se produce así un claro estilo contemporáneo, y la creación de empresas que canalizan la fuerte creación de nuevos tipos.
En nuestros días, el enorme patrimonio derivado del desarrollo de nuevos caracteres hace posible una gran libertad de elección. Sólo a modo indicativo, cabe clasificar los caracteres hoy disponibles en las siguientes familias: bastón; etruscos; sin terminación y con astas de grosor uniforme; egipcios: las astas son en general de grosor uniforme y las terminaciones copian este grosor; romanos antiguos: las astas con un principio de contraste y las terminaciones triangulares enlazadas con curvas en las astas; el eje de las letras redondas es oblicuo; romanos modernos: las terminaciones son horizontales, muy finas, como las astas claras, que contrastan fuertemente con las oscuras, el eje de las letras redondas es vertical; góticos y medievales; ingleses: desarrollados a partir de las antiguas letras cancillerescas, tienen, en general, un fuerte contraste entre las astas; fantasía: un grupo de caracteres inclasificables, muy diversos entre sí.
En otras palabras, el diseño tipográfico actual asimila una tradición que se remonta a la aparición de la imprenta y la procesa, sirviéndose de los actuales medios informáticos, en una diversidad que se multiplica de modo exponencial.
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